EL VALOR DE LA LABORIOSIDAD
Laboriosidad es la cualidad de laborioso. Este adejetivo, por su parte, procede del latín laboriōsus y hace referencia a aquel que es muy aplicado al trabajo (muy trabajador). Por ejemplo: “Mi padre construyó esta casa gracias a su laboriosidad”, “Lamentablemente no puedo destacar a ningún empleado por su laboriosidad: son todos perezosos”, “Si quieres un ascenso en esta empresa, demuestra tu laboriosidad”.
La laboriosidad suele considerarse como un valor moral o una virtud. Gracias a la laboriosidad, la labor (el trabajo) pasa de ser algo obligatorio o necesario a un valor. Implica realizar las tareas con esmero, atendiendo los detalles y tratando de conseguir el mejor resultado posible.
Esto lleva, por tanto, a determinar que quien quiera poseer ese valor debe seguir las siguientes directrices:
• Debe comenzar y acabar su trabajo en las horas que están previamente estipuladas.
• Debe finalizar sus tareas en el orden de llegada e importancia que se haya establecido.
• Debe evitar siempre el dejar los trabajos sin concluir.
• Debe cumplir con todos sus deberes, independientemente de que le gusten o no.
• Debe evitar cualquier tipo de distracción dentro de su ámbito laboral.
• Debe tener todo el material que necesita utilizar en el orden más adecuado.
• Debe también, en la medida que sea posible, ayudar a los compañeros que así se lo soliciten y necesiten.
• Debe comenzar y acabar su trabajo en las horas que están previamente estipuladas.
• Debe finalizar sus tareas en el orden de llegada e importancia que se haya establecido.
• Debe evitar siempre el dejar los trabajos sin concluir.
• Debe cumplir con todos sus deberes, independientemente de que le gusten o no.
• Debe evitar cualquier tipo de distracción dentro de su ámbito laboral.
• Debe tener todo el material que necesita utilizar en el orden más adecuado.
• Debe también, en la medida que sea posible, ayudar a los compañeros que así se lo soliciten y necesiten.
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